Una mundana cotidianidad
Por Enrique León
La literatura argentina presenta, desde hace décadas, una variedad de registros y autores, por lo que es casi imposible conocerla en su totalidad. En ese mar de nombres, existen escritoras y escritores de un talento incuestionable. Entre estos, se encuentra uno de los escritores preferidos de la persona que escribe estas reseñas. Se trata del inclasificable Fabián Casas (Buenos Aires, 1965), quien tiene una propuesta inteligente y brillante que destaca dentro de la narrativa contemporánea en español. Alejado de la épica y de los grandes relatos, el poeta, ensayista y narrador ha convertido su universo personal, con el barrio de Boedo como epicentro de los acontecimientos, en el tema principal de su singular narrativa. Casas es un escritor de culto que cuenta con auténticos fanáticos, pero también tiene más de un detractor que no acaba de ser seducido por las aventuras cotidianas de los personajes del narrador argentino. Como yo me encuentro entre los primeros, ha sido un placer volver a leer Ocio y reseñarlo. La edición española es de Alpha Decay.
Ocio es un volumen formado por dos novelas cortas. Se encuentra la que da nombre al libro y “Veteranos del pánico”. “Ocio”, la novela corta que abre el libro, es la más extensa de las dos. El protagonista es Andrés, un joven sin oficio ni beneficio, quien tiene un amigo que consigue un contacto con un boliviano para traer droga. Todo ocurre con lentitud, de forma pausada, casi sin sobresaltos y con un humor sombrío y algo tímido que brinda cierto tono melancólico al relato. La agitada vida de su padre y su atareado hermano contrastan con Andrés, cuya vida no parece tener una dirección muy clara. Sin embargo, el trapicheo conllevará nuevas preocupaciones y cierto grado de paranoia, que será lo que acabe dinamitando el asunto. “Veteranos del pánico” se trata de un relato largo antes que de una novela corta. Con mayor ritmo que “Ocio”, esta pieza es una sucesión de anécdotas infantiles y juveniles contadas por un escritor ya adulto. Frente a la mirada más decadente de la primera obra del libro, esta narración resulta más vital y desenfadada.
Fabián Casas logra contagiar su humor, entre triste y resignado, a cada una de sus obras. En las dos narraciones que conforman el volumen, el lector puede apreciar de forma clara cómo el autor maneja el mismo registro en historias muy distintas entre sí. Esa capacidad para crear relatos diferentes con recursos similares es lo que hace de Casas un escritor excepcional. Con un carácter trivial, casi despreocupado, el narrador argentino logra contar historias cuyo fondo es mayor del que en apariencia podríamos pensar. Divertida, cruda, lacónica y trivial son algunos de los adjetivos que podríamos utilizar en la propuesta de Casas que, en este libro, hace lo de siempre como nunca.
Ocio es una puerta de entrada perfecta a las formas y códigos que conforman la literatura de Fabián Casas. El narrador argentino sigue siendo un escritor magistral para comprender el mundo a través de la más mundana cotidianidad.
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Fabián Casas
Ocio
Editorial Alpha Decay, 2012, pp. 99