Mario Calabresi: «Lo más importante fue recordar y mostrar a todos que mi padre era una persona íntegra»
Por Alessandro Campos
Periodista y escritor italiano, Mario Calabresi empezó como cronista en la ANSA y dirigió los diarios la Repubblica y La Stampa. Ha publicado: Spingendo la notte più in là (2007) Non temete per noi, la nostra vita sarà meravigliosa (2015), La mattina dopo (2019), Quello che non ti dicono (2020), Una volta sola (2022), Sarò la tua memoria (2023) y Alzarsi all’alba (2025). Estuvo de paso por Lima como uno de los autores invitados de la delegación italiana la FIL LIMA 2025 y hablar sobre Salir de la noche, títulopublicado en España por Libros del Asteroide, que también comentamos en nuestra web.

¿Cómo fue para ti crecer en un país, en una sociedad que ya había dado por derrotadas las ideas? Pensamos en la imagen de Giuseppe Memeo que aparece en el libro y a la que Umberto Eco señaló como símbolo de la desesperanza.
Para mí no fue fácil entender la violencia política que había cuando era niño. Cuando ya estaba en la escuela superior, muchos días no iba a clases, sino que iba a una librería o a una biblioteca a leer los periódicos de los años 70, tratando de entender lo que había pasado en Italia. Durante muchos años, en esa librería, solo encontraba libros que daban respuestas, pero todos estaban escritos por ex terroristas. Entonces sentí que había una necesidad de contar esa historia desde otro punto de vista: el de las víctimas. Esperé mucho tiempo por ese libro, pero nunca llegaba. Al final, decidí escribirlo yo mismo.
Salir de la noche es una crónica, una biografía, también parece un diario, y además contiene historia real italiana y de tu familia. ¿Cómo se fue formando ese estilo? ¿Cómo definiste la estructura?
Creo que se puede decir que este libro es una memoria, un memoir familiar. Es un libro de investigación histórica, pero también de memorias personales y familiares. Intenté hacer un libro muy asciutto, esencial, sin adornos. Al inicio era más largo, tenía entre 40 y 50 páginas más, pero lo fui reduciendo porque pensaba que tenía que ser un libro indispensable, no un libro demasiado grande y en el que estén las cosas más importantes. Todo está resumido. No solo está lo esencial, sino también está condensado.
El libro fue publicado en el año 2007 ¿Hubo algún descubrimiento o dato nuevo en estos dieciocho años que te hubiera gustado incluir en el libro y que tal vez cambia alguna percepción que ya está plasmada?
Esta edición española tiene un texto adicional al de la versión italiana, y algunas historias están actualizadas. Este libro sigue vendiendo muchas copias cada año en Italia porque se lee mucho en las escuelas, superando el medio millón de ejemplares vendidos. Cuando salió en Italia, en 2007, hubo un gran debate sobre la necesidad de una pacificación después del terrorismo, de pasar la página. Y cuando se publicó en España, hace un par de años, ocurrió el mismo debate. Por eso creo que también tuvo éxito, porque reflejaba ese tipo de discusión acerca de problemas similares.
Cuando eras niño hubo una especie de desacreditación hacia tu familia, hacia su memoria y el nombre de tu padre ¿Cómo se defendieron de dichos ataques?
Mi madre nos enseñó a mí y a mis hermanos a no cultivar la rabia y el odio, sino a buscar la verdad y la justicia, y a mantener viva la memoria. Nosotros hemos hecho esto, y lo más importante fue recordar y mostrar a todos que mi padre era una persona íntegra, un hombre vertical, que no tenía culpa y que fue injustamente asesinado.

Profundizando un poco en ese aspecto de no tener rabia u odio, en el libro, cuando recoges los testimonios mencionas que algunas víctimas se llegaron a reunir con los terroristas. ¿Cómo se permite ese tipo de encuentro? ¿Existen condiciones para el perdón?
Mi madre ha hecho un largo camino de reconciliación y ha perdonado a los asesinos de mi padre. Es un proceso que ha durado 50 años, un camino muy largo. Yo y mis hermanos hemos hecho un camino distinto, no uno de perdón, sino uno centrado en la memoria, en la importancia de la memoria y en la capacidad de pasar la página y mirar hacia adelante. Y no, no hemos tenido una relación con los exterroristas.
¿Cuánta participación tuvo tu mamá en la creación del libro?
No, para mi madre hablar de mi padre siempre fue un problema. Si empezaba a hablar de él, empezaba a llorar como si fuera ayer. Entonces, durante años traté de entrevistar a muchas personas, pero no a ella. Usé la memoria de mi abuela, de los amigos de la familia, leí diarios, cartas, pero mi madre leyó el libro por primera vez cuando ya estaba impreso.