Carlos Arámbulo (Lima, 1965) es profesor universitario, poeta y narrador. Su primer poemario apareció en el año 1993 y se tituló Acto primero. En el 2015, su relato «Fifteen» ganó el Premio Copé de Plata, y un año después publicó un libro de cuentos Un lugar como este, el cual fue finalista del Concurso de Cuento Hispanoamericano Gabriel García Márquez. En el 2017, nos brindó su primera novela, Quién es D’Ancourt, la cual fue recibida con aceptación por parte de la crítica. En esta oportunidad, brindaremos nuestras impresiones de su segundo libro de narraciones, Nunca seremos tan jóvenes como hoy.

El libro contiene once relatos principales, acompañados, de manera alternada, de otros once, los cuales presentan la forma de microrrelatos independientes, pero que mantienen vinculación temática con el eje del conjunto narrativo. Los temas principales que relacionan las narraciones son la memoria y el pasado, la juventud, la muerte, amor y desamor, y la amistad. Estos tópicos son abordados, en su mayoría, a partir de la memoria y desde una mirada juvenil, la cual se encontraba en un proceso de descubrimiento del entorno y que, ahora, justifica, comprende o intenta comprender los sucesos acaecidos. Asimismo, se presentan como temas secundarios la soledad, la trascendencia y el surf, el cual se manifiesta en un solo cuento, «La ola de tu cuaderno», y en dos de los microrrelatos.

La mayoría de los relatos poseen un narrador en primera persona, así, estos son una muestra de introspección, intimidad e interiorización literarias, desde las cuales se exteriorizan las vivencias y los recuerdos. Es decir, podríamos afirmar que el autor elabora una obra intimista en su totalidad, ya que representa hechos estrechamente ligados a las sensibilidades y a la conciencia de un yo interior, quien observa e interpreta su entorno, el cual, a veces, puede ser contrario a las expectativas de los personajes. Es en este momento en el que los protagonistas no comprenden los hechos y, solo mediante un recuento, pueden interpretarlos. Además, justifican sus acciones; por ejemplo, algunos de los microrrelatos carente de títulos, y los cuentos «La ballena» y «El amigo Mateo».

Si bien los temas son variados, el libro mantiene como ejes principales la mirada acerca de la muerte, la memoria y la juventud, retratados desde una perspectiva interior, como ya se mencionó anteriormente. Es ese eje lo que permite la unidad del texto, como el título del libro, el cual se refiere al tiempo de la juventud y de las experiencias irrepetibles propias a esa época. En el caso de la muerte, esta simboliza, en algunas ocasiones, tranquilidad («La ballena»); en otros, valentía («Fifteen», «Pelea de semifondo»); equilibrio («El amigo Mateo»), o venganza («El arreglo»). Por otra parte, la memoria y la juventud ocupan un lugar común en este conjunto de narraciones. Estas confluyen en el intento de recrear una época tanto en imágenes, acciones y sentimientos. Sin embargo, se conoce la falibilidad del mecanismo del recuerdo: muchas veces recordamos lo que queremos y no lo que realmente sucedió.

Entre lo más importante de las narraciones, consideramos la forma de abordar y tratar los hechos pertenecientes a un pasado, lo que prueba la fiabilidad de la memoria. Además, es rescatable cómo es tratado el tema de la muerte, ya sea desde un tratamiento fantástico ―como en el caso de «Cinema (Oh sweet nuthin’)»― o desde la dicotomía miedo-valentía. Es este último enfoque el que conforma el relato más logrado del conjunto, «Fifteen» ―ganador del Premio Copé de Plata―, el cual narra las emociones que implican la cacería y la muerte, y qué significados adquieren al constrastarlos con la situación que atraviesa el protagonista. Otras ficciones que merecen nuestra atención son «El maestro del juego» ―que trata de la soledad y de lo determinante que pueden ser algunos sucesos en nuestras vidas― y «La fuga del paralítico» ―el cual relata un reencuentro entre dos antiguos compañeros amorosos a manera de aventura, provocación y experimentación en un ambiente hostil. También, es necesario precisar que estos cuentos son los de mayor extensión en comparación a los demás.

No obstante, la calidad y el ritmo literarios de los relatos anteriormente mencionados no se mantienen en los demás. Tal es el caso de, por ejemplo, «El viaje a Hemingway», «Final del verano», «Pelea de semifondo» o «Ballena», los cuales no logran consolidar, en su totalidad, la solidez y fuerza narrativas que demanda la escritura de narraciones breves. Así, la elección de temas atractivos no son suficientes si no cuentan con la misma solvencia y dominio que el autor ya presentó en anteriores cuentos y que, lamentablemente, no se mantienen en otros.

Nunca seremos tan jóvenes como hoy, en suma, resulta un interesante conjunto de cuentos, con momentos logrados que, sin embargo, no se prolongan en todos los relatos o a lo largo de ellos. Es por eso que el libro se torna irregular e inconstante, lo cual implica el mayor obstáculo para lograr contundencia narrativa.