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un pequeño coro
Existence will not stop
until it gets to beauty and then there follow all the consequences that lead to the end.
Anne Carson
sombra
lo poco que hemos entregado surge impreciso
ojalá pudiera creerle a tu boca fresca
ojalá mi mente se cerrara sobre tu eje,
crédula y segura,
bebiendo de tu mano como quien pace después de la lluvia
pero tú sabes que quema creerte
a tu partida, mis ojos se hacen agua,
la pregunta suspendida sobre mi pecho
damocles
¿me estás mintiendo?
en la usanza de mis amores tontos
me hablas muy suave
eres tenue entre mis brazos
cómo no besarte la frente
suspender mi escepticismo
cruzar las manos sobre mis ojos
exhalar la duda.
manual para dioses menores
para poder presenciar la matanza
que te hará un dios, primero
presiona go
espera a que la pantalla cargue
y hala el gatillo
los seres humanos llevan sobre sí las memorias
de sus crímenes como modas de verano
las sacuden al viento las ponen a secar
mientras se hunden en el mar salado
a olvidar toda la culpa
obscena de
olvidar
así que lleva tu guadaña y espera al momento preciso
para devorarla sentir
el temblor del ser cuyas cuerdas se quiebran y cae,
como una marioneta, más profundo de lo que calculaba
la culpa es un concepto fractal que divide lo incierto
para poder presenciar la matanza, sumérgete en el mar salado
siente el resonar de la culpa en las olas
siéntela en tu pecho
y luego
déjala ir.
(postales)
ícaro violento,
ícaro dual y creciente
toma mis omóplatos desnudos
en sacrificio de tu respiración misma
no existe el tiempo antes de ti
y mi letra no se remonta al despertar del afecto
tu día y la estructura de la felicidad
como construcciones medievales a destiempo
ícaro, tu caída me engendra.
nuestro mutuo encuentro en el mar marca el ritual de entrega
cómo se siente sembrar en sal que florece finalmente a tu partida
es patente:
todo sobre ti
me condena
180°
en el instante crucial de la caída:
azufre y fuego de invernadero
caos controlado al borde de tus manos
el libre descenso de la gracia que
perfora la atmósfera a plomo
tú,
enredada de mentiras sobre el hielo
preguntando
cómo comenzamos después de la ambrosía,
la sombra en el espejo
disminuida a niveles insospechados
en este retazo de calle,
tus ojos van al cielo como si quisieran acceder un último instante
pero tu sien húmeda lo niega
de pie, andante
eres al fin
solo humana
seismesina
igual, esta es la rama celeste:
después de ti
el exilio
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