Anexo
Opiniones sobre el Cuarto Congreso Internacional de Peruanistas
Los eventos académicos se han convertido en un instrumento para examinar la salud de campos de investigación. En este sentido, el Cuarto Congreso ha demostrado que el el peruanismo en el extranjero goza de perfecta salud. Así, en el centro cultural Mapocho se ha demostrado que existe una fuerte tradición de investigaciones peruanistas en Chile. Asimismo, fue uno de los pocos eventos donde convergieron especialistas de varias disciplinas que vinieron de los cinco continentes. Se contó con la presencia de antropólogos, arqueólogos, especialistas en literatura y artes plásticas, historiadores y sociólogos. Por último, hubo un gran espacio para los escritores y artistas plásticos que están ausentes de otros eventos académicos. Los organizadores hicieron coincidir las exhibiciones de las fotografías de Baldomero Alejos y las pinturas de Borka Sattler, organizaron recitales de poesía y lecturas de avances de obras narrativas no publicadas. Oswaldo Reynoso, Róger Santiváñez, Enrique Polanco y muchos más escritores hablaron y dialogaron sobre sus obras con sus pares chilenos Raúl Zurita y Pedro Lemebel. (Juan Zevallos Aguilar, Universidad Estatal de Ohio)
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El Congreso de Peruanistas cumplió su cuarta reunión con el éxito esperado. Noventa y dos ponencias prueban que los participantes, en su mayoría chilenos, ven al Perú como el centro de recursos culturales de la región andina. El centro cultural Estación Mapocho en sus locales y en su administración demostró generosidad y esfuerzo para que el evento se realizara con la regularidad y cuidado de las muchas otras actividades que se llevaban a cabo simultáneamente.La inauguración en la que tomaron parte la ministra de Cultura, el embajador del Perú , el director del centro Estación Mapocho y el que escribe fue un acto sencillo y afectuoso, que culminó con la magnífica conferencia de Lautaro Núñez, arqueólogo chileno de merecida reputación en América Latina.
Es difícil destacar alguna de las ponencias, por la calidad de las mismas, quizá si una de las más aplaudidas fue la de Raúl Vargas, sobre la comida peruana que con humor y sabiduría deleitó a la concurrencia. Lo mismo puede decirse de la charla magistral del Premio Nacional de Historia de Chile, Jorge Hidalgo, cuyo libro sobre Chile andino es un ejemplo de estudio interdisciplinario a partir de la Historia. También hay que destacar la conferencia de Marco Martos, presidente de la Academia Peruana de la Lengua; y la presentación de la mesa redonda sobre migraciones, tema que preocupa a ambos países, justamente por la presencia de peruanos en los países vecinos. Acompañaron a los ponentes las exposiciones de pintura y fotografía que le dieron el marco adecuado a la reunión. El congreso se cerró con un minuto de silencio por la muerte del poeta José Watanabe, acaecida en Lima, el último día del evento. Una mesa presidida por el presidente de la AIP, José Antonio Mazzotti, rindió homenaje a su memoria. (Luis Millones, Universidad Nacional Mayor de San Marcos)
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En el contexto latinoamericano, los dos países que merecen mayor atención en cuanto a
estudios históricos y riqueza cultural son México y Perú. Cunas de grandes
civilizaciones indígenas, potencias políticas dentro del marco del Nuevo Mundo como
virreinatos, y luego escenarios de desarrollos conflictivos y no bien resueltos, México
y Perú llaman la atención de especialistas de prácticamente todas las disciplinas
humanas y sociales. Nuestro país, sin embargo, ha tenido siempre un estado muy pobre de ideas y proyectos, y hasta casi antiintelectual. Después de todo, la burguesía peruana
es una de las más incultas del continente. De ahí que el peruanismo internacional venga
a llenar un vacío obvio para el intercambio y difusión de la producción de alto nivel
académico. El último Congreso en Chile, país con el que se guardan relaciones
milenarias, confirmó el interés por el Perú de parte de muchos intelectuales chilenos,
y a los peruanos y de otros países les permitió fortalecer y crear nuevos vínculos
profesionales, proyectos de trabajo y afinidades emotivas que no se darían si los
encuentros se dieran, de manera ombliguista, únicamente en el Perú. (José Antonio Mazzotti, Universidad de Tufts)
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